Por: Ramón Emilio Peralta
El escritor alemán Charles Bukowski es considerado uno de los escritores más influyente de la literatura estadounidense, y digo estadounidense, porque fue en la ciudad de Los Ángeles donde desarrolló gran parte de su vida. Fue un representante del realismo sucio junto a otros autores como John Fante (1909-1983); Raymond Carver (1938-1988); Richard Ford (1944); Tobias Wolff (1945). Aunque se adscribe a este movimiento una variante hispana, en donde podemos mencionar al boliviano Víctor Hugo Viscarra (1958-2006); el mexicano Adolfo Vergara Trujillo (1975); el ecuatoriano Pablo Palacios (1906-1974); entre otros.
Pero en este humilde artículo, no quiero hablar de la vida ni de la obra del autor considerado como «poeta maldito», debido a su alcoholismo, pobreza y bohemia, sino que hablaré, como bien lo señala el título, sobre el poema «Pájaro Azul». En este poema el autor nos relata que hay un pájaro azul en su corazón que quiere salir, pero él es duro con el pajarito, le dice que se quede ahí dentro, que no puede permitir que nadie lo vea.
Dice Bukowski:
“Hay un pájaro azul en mi corazón que
Quiere salir
Pero soy duro con él,
Le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
Hacerme un lío?
¿es que quieres
Mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
En Europa?”.
En todo momento, el autor se asegura de que el ave no salga de su escondite, de su jaula, de aquel rinconcito en el que ha sido destinado a esconderse de la gente ahí afuera. Bukowski dice que solamente lo deja salir por las noches, “cuando todo el mundo duerme”. Le permite al pájaro azul cantar un poquito.
El poema termina así:
“Luego lo vuelvo a meter,
Y él canta un poquito
Ahí dentro, no le he dejado
Morir del todo
Y dormimos juntos
Así
Con nuestro
Pacto secreto
Y es tan tierno como
Para hacer llorar
A un hombre, pero yo no
Lloro,
¿lloras tú?”.
Este pájaro azul vendría siendo una metáfora sobre todo aquello que ocultamos y que no dejamos salir por miedo. Puede simbolizar el amor que no dejamos salir, o la ternura reprimida. Pienso que todo ser humano tiene un pájaro azul en su corazón, quizás no todos le pongamos el mismo color, y quien sabe, quizás en nuestra metáfora personal ni siquiera sea una ave, bien podría ser un gatito gris o blanco. El punto es que todo ser humano tiene su pequeño pajarito azul ahí dentro y que quizás solamente le deja asomarse cuando todos duermen.
Esta ave podría simbolizar la ternura reprimida. Muchas veces nos hemos mostrado duros, fuertes, pensando que la ternura es sinónimo de debilidad. Bukowski lo dice en unas líneas: ¿Es que quieres que se hundan las ventas de mis libros en Europa? El escritor alemán empleaba un estilo duro y soez, por lo que no gustaba o no gusta a todo el mundo. Su lenguaje no fue el más limpio dentro de sus obras, pero eso le dio éxito. Quizás mostrar ternura bajaba puntos a su reputación de representar al realismo sucio. Ahora bien, el amor que no se muestra a la gente puede dar paso a un pájaro azul que se oculta, tal vez por el miedo a no entregarse demasiado, y ese amor es el canto del pajarito que desea florecer.
Tenemos ahí dentro a un pájaro azul con el cual conectamos a solas. No nos juzga, no nos llena de prejuicios, no tenemos que darle importancia al qué dirán, porque él solamente está ahí para nosotros, sin juicios de valor. Esa ave es nuestro tesoro, tan tierno, dice el escritor alemán, como para hacer llorar a un hombre, pero yo no lloro, ¿lloras tú?
FUENTES:
https://www.puedoayudarte.es/ sección “Artículos”.