Por Gerson Adrián Cordero
Para nadie es un secreto que la comunidad internacional siempre ha acusado a República Dominicana de ser un país racista con los ciudadanos HAITIANOS. En varias ocasiones lo han manifestado en los medios informativos internacionales a tal punto que este tema siempre está en debate con relación a los derechos humanos, cada vez que una noticia del país involucra un nacional haitiano. Lo que nos queda cuestionarnos es ¿Si en verdad somos racistas?, porque han sido tantas las acusaciones, incluso de los mismos líderes haitianos, que uno puede terminar creyéndolo. Esto se ha ido tan lejos que he llegado a escuchar que Republica Dominicana y Haití deben ser un mismo país, que debemos hacernos cargo de nuestros vecinos, etcétera. ¡Usted puede creer esto! Nos quieren hasta unir para que seamos una sola nación. Si toda esta propaganda internacional es por el bien común, considero que debieran hacer lo mismo casi todos los países del mundo, que comparten frontera, porque aunque seamos una isla, no es menos cierto que los demás países, en su mayoría también están divididos por fronteras. Háganse los locos como nos sugieren y tumben esas fronteras y seamos una sola nación: (República del mundo) ¿Qué les parece…?
Puede que esté equivocado, pero si esto que puntualizo a continuación, es racismo, pues en República Dominicana, en verdad lo somos.
- Los Ciudadanos haitianos caminan por las calles sin ninguna preocupación. Y no porque yo lo diga, sino que usted puede salir a las calles y fácilmente pierde la cuenta de tantos que verán.
- Las universidades y escuelas están repletas de estudiantes haitianos. (También tienen la libertad de investigar si es cierto)
- La mayoría de la mano de obra de construcción son ciudadanos haitianos. (Verifiquen también)
- Los hospitales están repletos de parturientas haitianas que no pagan impuestos. (Tampoco dejen de ir a ver si es verdad)
- Los mercados de mercancías de segunda mano están compuesto, en gran parte, por mujeres haitianas. (También pueden comprobarlo)
- Muchas tierras en las zonas rurales son trabajadas por haitianos. (Vayan por los campos a ver si miento)
- Muchos de nuestros doctores, enfermeros y profesores, etcétera, son haitianos, graduados en nuestras universidades. (Tienen la libertad de comprobarlo también)
Estos puntos son solo algunos de los que ustedes «Ciudadanos internacionales, ONU, u organismos de derechos humanos independiente» tienen la libertad de investigar, porque están a la vista de todos. Las grandes potencias siempre se han creído con el derecho de tomar en sus manos los destinos de un país soberano como lo es República Dominicana y es por ello que este tema que todos sabemos se llama Migración [Con el asunto de los haitianos] no es racismo como muchas bocinas internacionales dicen. Hay otras naciones que les encaja perfectamente este término, y los dominicanos no los acusamos de racistas. El Tío Sam sabe muy bien de que hablo.
Republica Dominicana tiene el derecho de proteger sus ciudadanos, ese es su primer objetivo y nadie puede cuestionar eso. Somos un país que siempre ha dado la mano amiga a nuestro país vecino (Haití) y aún así se nos acusan de racistas, sin serlo. Nos llaman racistas porque queremos hacer cumplir nuestra ley migratoria como lo hacen todas las naciones del mundo. Si somos racistas y los que nos acusan no ¿Por qué no invitan a todos los ciudadanos haitianos que viven, trabajan, ilegalmente, en su mayoría, en suelo dominicano (que suman más de un millón) a hacer lo mismo en sus países? Claro que no lo harán, tienen una ley que no lo permite, y que tienen el derecho de usar en estos casos cada vez que les conviene, pero República Dominicana no puede darle uso a esa ley, porque si lo hacemos somos racistas; bandas de hipócritas todo el que piense así.
El año pasado se hicieron famosas las imágenes de cientos de emigrantes haitianos siendo perseguidos como ganado y maltratados en la frontera de Texas por agentes del orden fronterizo de los Estados Unidos. Esas imágenes dieron la vuelta al mundo. Y todos nos preguntamos, ¿cómo una nación que introduce tanto sus narices en política migratoria internacional y en los derechos humanos pudo tratar así a estos emigrantes haitianos? ¿A caso los Estados Unidos fue sancionado por esto? Por supuesto que no. Ni la ONU (Que sabemos que es la niña de los Estados Unidos) hizo nada, claro porque fueron los Estados Unidos de América que lo hizo, el gran juez del mundo.
Ahora bien: imaginemos esas escenas ocurriendo en la frontera de la República Dominicana. ¿Qué hubiese pasado? ¿Seguramente nada, como ocurrió con los Estados Unidos?, dice un viejo refrán “Soñar no cuesta nada” Y en verdad lo creo. La realidad es que si eso hubiese pasado en la República Dominicana los primeros en hablar de maltratos y de sentenciar al país hubiesen sido los Estados Unidos y todos los lambones de la ONU. Incluso no se puede dudar que nos acusaran de algún crimen de lesa humanidad, para imponer sus famosas sanciones económicas que a países en desarrollo como el nuestro, lo desangran y lo mantienen sumiso para hacer lo que les da la gana.
Hace unos días se volvió viral un enfrentamiento entre los agentes del orden migratorio de la República Dominicana y ciudadanos haitianos que habitaban ilegalmente en unos apartamentos de la ciudad Juan Bosch en Santo Domingo. Por supuesto, la noticia trascendió a medios internacionales y como era de esperar volvieron a arremeter con Republica Dominicana, sobre los racistas que somos, por hacer cumplir con nuestra ley migratoria.
Uno de los primeros en salir a maltratar verbalmente al país y por supuesto a acusarnos de violar los derechos humanos fue el ex primer ministro de Haití el señor (Claude Joseph). En un comunicado pomposo y lleno de maldad en su cuenta de Twitter, el gran sapiente(entre comillas) vomitó lo siguiente:
“La comunidad internacional debe observar de cerca los numerosos casos de abusos contra los derechos humanos de los haitianos en los últimos tiempos en Juan Bosh, República Dominicana. El racismo sistemático y el antihaitianismo en República Dominicana es inaceptable”.
Me llama la atención que el Señor afirma: “los numerosos casos de abusos contra los derechos humanos de los haitianos en los últimos tiempos.” Frente a esta afirmación, me gustaría preguntarle a este Señor ¿Cuáles son esos numerosos abusos a que él se refiere? Pero antes de hacerlo, me gustaría que la nación dominicana invite este ex ministro al país y que lo ponga a observar los 7 puntos que puse de ejemplo al principio de este artículo para ver si estoy equivocado. O que no solamente vea y compruebe, sino que le pregunte a sus paisanos cómo se sienten o cómo lo tratan en República Dominicana. A ver qué dicen ellos.
Sería bueno ver la reacción de este ex ministro escuchando las respuestas de su propia gente, tal vez se deja de estar hablando tantos disparates y de buscar sonido para hacerse notar. Que le dedique tiempo a lo que en verdad merece la pena ser resuelto en su país: las enfermedades, el hambre, la educación, los maltratos, los crímenes, las bandas, la inestabilidad política y un sin números de etcétera. Le recuerdo también al ex mandatario, que son varios los casos de secuestro que se han reportado en su país a nacionales DOMINICANOS y que en República Dominicana nunca se ha reportado ni un solo caso de esta índole.
Personalmente estoy cansado de que se nos llamen racistas donde nuestros estudiantes tienen de compañeros a estudiantes haitianos educándose bajo nuestros preceptos. Donde las universidades titulan a cientos de profesionales haitianos. Donde los hospitales al año atienden a cientos de parturientas y muchas de ellas sin documentos legales, porque todos sabemos que la gran mayoría de mujeres haitianas vienen al país solamente a dar a luz para decir que sus hijos son dominicanos, porque nacieron en suelo dominicano, o porque en República Dominicana no se le cobra por el servicio.
A la comunidad internacional que analicen también nuestro comportamiento pasivo cuando nuestra bandera es pisoteada, escupida y quemada por nacionales haitianos. ¿Qué pasaría si se voltearan los papeles y en vez de nuestra bandera, fueran las suyas? ¿Tendrían la misma calma?
Comunidad internacional antes de volver a llamarnos racistas, le dejaré aquí debajo lo que le respondió el ex presidente Danilo Medina al Señor Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y Las Granadinas, cuando acusó a República Dominicana de racista en el tema haitiano en la cumbre Cela 2014.
“Para nosotros es inaceptable que nos quieran acusar de racistas, que nos quieran acusar de discriminación y que nos quieran acusar de violación a los derechos humanos.
No lo aceptamos. Sencillamente para nosotros es inaceptable. Yo no creo que el señor Gonsalves haya hecho por Haití lo que ha hecho la República Dominicana. Por tanto no aceptamos la acusación de discriminación que se nos quiere endilgar en este foro. República Dominicana ha sido el Estado más solidario con la República de Haití. Quiero que sepan que en este momento en la República Dominicana residen alrededor de un millón de ciudadanos haitianos, la mayoría de los cuales son indocumentados.
No tienen ningún documento y transitan libremente por las calles de la República Dominicana sin que ningún policía ni nadie, ni ningún inspector de Migración les detenga para preguntarle si tiene un pasaporte, si tiene una visa para residir en la República Dominicana.”
Así expresó la incomodidad el mandatario frente a varios líderes de distintos países. Y para cerrar con broche de oro, y dar a demostrar la soberanía del país, agregó:
“(…) No se puede acusar de violación a derechos humanos a un país que garantiza el acceso a la educación, el acceso a la salud sin importar el estatus legal de las personas.
Hoy en día, en los hospitales de la República Dominicana el 13 por ciento de todos los partos que se hacen son a madres haitianas, y no solamente a mujeres haitianas que residen en territorio de la República Dominicana sino a mujeres que cruzan la frontera para dar a luz en un hospital de la República Dominicana, porque les sale más económico dar a luz en nuestro país, porque es gratis. En Haití tienen que pagar por la realización de esos partos.”
Bibliografía:
Claude Joseph @Claude Joseph03