Por: Edwin J. Peña
Se ha discutido durante muchos años que, una de las razones que llevó a José Núñez de Cáceres a independizar la parte oriental de la isla el 1ro de diciembre de 1821, fue el estado de abandono en el que se encontraba la primera de las adquisiciones españolas en el Nuevo Mundo, sin embargo, él entendía —influenciado por los movimientos independentistas de américa del sur y la prosperidad política de los Estados Unidos— que el ciclo natural de las cosas conducía necesariamente a la emancipación de Santo Domingo.
Cuando Núñez de Cáceres proclama la separación de España, lo hace como muestra de solidaridad con el resto de hispanoamericanos, quienes, a través del grito revolucionario de Simón Bolívar en Venezuela, estaban asumiendo un sentimiento de identidad que los llamaba obligatoriamente a la emancipación política de la Madre Patria, por eso, cuando se ve en la necesidad –por fatalidades del destino– de entregar las llaves simbólicas de la ciudad de Santo Domingo a Boyer, pronuncia un discurso donde lo primero que hace es aclarar su vínculo con la Gran Colombia, indica en primer término que no había «ni adhesión particular ni incorporación a este o a otro Estado» sino que su vínculo respondía a la común devoción americana de reivindicar su libertad y ansias de autogobernarse.
Ahora bien, durante mucho tiempo, sobre todo en el siglo 19, estuvo muy normalizada la creencia de que lo que llevó a José Núñez de Cáceres a independizarse de España fue una venganza personal contra la Madre Patria. Se manejan múltiples versiones sobre las motivaciones de venganza que según se dice movieron a Núñez de Cáceres a buscar la emancipación política, una de esas versiones aparece en boca del militar y político venezolano Andrés Level de Goda, quien nos dice que: «un petulante oficial español lo insultó con indignación, y diciéndole entre otras cosas que era un insurgente. Núñez también indignado le contestó entre otras cosas diciéndole que no era insurgente, pero que muy pronto sabría lo que era; y en efecto, más por venganza que por opinión, hizo con su grande influjo y ascendente proclamar la independencia»
Por otra parte, el historiador haitiano Alexis Beaubrun Ardouin discrepa del político venezolano y encuentra otra causa, afirmando que lo que motivó a José Núñez de Cáceres a independizarse de España, fue una decepción, pues, según las fuentes que manejaba este autor, España le había negado un nombramiento a José Núñez de Cáceres en Quito; algo de verdad deben tener las palabras de Ardouin, pues, en el periódico El Dominicano, en su edición de 1846, aparecen escasas referencia a este hecho. El propio Nicolas Ureña de Mendoza, padre de Salomé Ureña, escribió algunos versos donde se refería a estos hechos, incurriendo a la versión que popularmente recorría los callejones de Santo Domingo sobre el desentendimiento con España por parte de José Núñez de Cáceres.
Más ¡ah! Que sacrificada
a la venganza de un hombre
toda su gloria y renombre
la servidumbre eclipsó.
En todo caso, parece que estas acusaciones son infundadas, ya que ninguno de sus contemporáneos —Juan Nepomuceno de Cádenas, Francisco Brenes, Manuel Márquez Jovel, José Cruz Limardo y José María Morillas— hace referencia a esta supuesta emancipación por venganza, en lo que sí todos están de acuerdo, es que José Núñez de Cáceres tenía ideas independentistas desde los tiempos de la reconquista, pues, el historiador José Gabriel García hace constatar, a veces citando a Andrés López de Medrano, amigo a la sazón de Núñez de Cáceres, que: «algunos hombres pensadores, entre otros el licenciado Núñez de Cáceres, soñaron que don Juan Sánchez Ramírez podía llevar a cabo la emancipación de la colonia, lo que llegaron a aconsejarle con sinceridad más de una vez»
Libros consultados:
1- Max Henríquez Ureña: La independencia efímera.
2- Alexis Beaubrun Ardouin: Estudios sobre la historia de Haití
3- José Gabriel García: Compendio de la Historia de Santo Domingo, tomo II.
4- Carlos Federico Pérez y Pérez: El pensamiento y la acción en la vida de Juan Pablo Duarte.
5- Leónidas García Lluberes: Los primeros impresos y el primer periódico de Santo Domingo.