Estimados lectores:
La belleza masculina se mide en su capacidad de acción y consecución de objetivos. Simple.
No hay otra manera de determinar la belleza masculina. Todo intento de describir dicha belleza fuera del campo de la ACTIVIDAD, en sí misma, es un esfuerzo ilusorio de poetas gay, ensayistas y filósofos de voluntad débil y escritores de romances vampíricos. Esto es ampliamente sabido. No hay que buscarlo en google.
El hombre tonto, se embarca en teorias, y cree prolificarse a si mismo en el campo de la mera opinion, en el descriptivismo, y tristemente, en el despilfarro de energias desrrochadas en horas de trabajo tan solo para demostrar sus saberes.
Este tipo de hombre esta perdido. Su masculinidad no le ha favorecido. Pues su opinión sin acción ninguna en el mundo concreto les acarreará una infinidad de problemas vitales y existenciales que se reflejarán en el detrimento de su fisonomía; con cara siempre enfermiza, tristona, desesperanzada, anemiosa, macilenta, descontrolada. Exacerbada. En fin un idiota. Es un fracaso detrás del escritorio, con un título de contador, ingeniero o de filósofo. Propio del hombre manguina. Una masculinidad no aprovechada, lo cual irrita a Dios, por la falta del ejercicio de la fuente primera del ser. Lamentablemente. Decía Aristóteles: el carácter se revela por la acción.
Pero no la acción tonta, ni el activismo entusiastas de los hombres “manguinas” postmoderno, que tampoco representan la verdadera belleza masculina. Ni los arranques espiritualistas con los apotegmas de los padres orientales, ni el político “talentoso” o “carismático”. Mucho menos el ridículo hombre beta de la oficina. Al contrario, se necesita un hombre de coraje para la acción, muchas veces riesgosa; por caminos, frecuentemente, llenos de espinas, enemigos, diluvios, monstruos de tierra y de mar; también dragones. Parece mentira. Pero es necesario para verdaderamente alcanzar un grado elevado de belleza
masculina, hay que tener la capacidad, incluso, de abrir el mar rojo en dos y pasar en medio. Y sin mojarte los pies.
Me explico, la acción concreta, poderosa, inmediata y eficaz, hacen que la masculinidad de un individuo sea bella. Su acción.
El hombre tiene que ir siempre hacia algo. A diferencia del hombre manguina, que vive del aprovechamiento de todas las “ventajas” que le ofrecen los atajos.
O el sistema.
Al evitar el crecimiento personal estas estableciendo para ti mismo un ambiente, concretamente, venenoso para tu mente, en poco tiempo aquel individuo experimentará un desorden psicológico y espiritual.
Cuando hay un potencial desperdiciado en un hombre, cuyo poder esta tratando de realizarse, sin que se abra camino dentro del individuo, no es algo cómodo. Hombres, esto es un llamado a la acción. Necesitamos enfrentar lo desconocido. Simple: la lucha donde se hacen los héroes. Pero negarse a seguir su verdadero destino o vocación, mediante la lucha diaria, es un alto precio que un individuo tendrá que pagar.
Evitar el crecimiento personal termina en neurosis.
Abraham Maslow, como Carl Jung, creía que si un individuo “no intenta plenamente alcanzar su máximo potencial” o “intenta evitar su destino”, lo guiará a un desastre catastrófico en su personalidad. Su ser se desintegra.
¿Cuál es el primer paso para reintegrarse o romper con el ciclo del desorden ascendente, y poder actuar en pro de nuestro propio destino y vocación?
Yo creo, amados lectores, que es: desintoxicarse del medio ambiente.
Si alguna vez has investigado el comportamiento humano a un alto nivel, comprenderás, claramente, la importancia del medio ambiente. Al menos si eres un buen observante del comportamiento de la naturaleza humana. Y podrías diferenciar a la vista, en caso concreto, lo que podríamos denominar un apestoso medio ambiente.
Cuando estás rodeado de despiadados, te vuelves más despiadado. El triste, triste. El promedio, promedio. Cada rasgo y pensamiento de las cosas que lees, las personas que te rodean, todo se te pega naturalmente, es la gravedad. Es un hecho bien estudiado.
Ahora bien, lo que haces con este hecho, es la diferencia entre el estúpido y el inteligente. Los estúpidos no abusan de esta ley universal. No lo usan a su favor, quiero decir. No eliminan sin piedad las influencias de mierda de su vida. No buscan implacablemente aquello que le agrega valor a su vida. Ellos resisten activamente a ser lo que son, y poco a poco se dejan arrastrar de un tirón gravitacional hacia el perdedor que no desean ser toda su vida.
Cuando se necesita una FRACCIÓN de ese esfuerzo para cambiar la dirección en que la gravedad los atrae, has establecido una buena influencia en tu vida. Aplique las lecciones y observe cómo se siente atraído hacia la consecución de objetivos vitales de forma natural.
La única lección primordial es salir de inmediato de su apestoso medioambiente. Y de inmediato, el ambiente fresco y nuevo, le brindará nuevas perspectivas y nuevos campos de acción para la consecución de objetivos.
La acción para solución de conflictos, no es menester hablar u opinar. Es acción. Una acción es poder. Y el poder llama al poder. Hay que pasar del deseo, al intento. La consecución de objetivos es mucho mejor que saber describirlo con discursos motivantes o meditaciones interminables.
Confíen. Se aprende más de una acción aunque fracases, que leyendo tratados interminables. Cuando estás en él paso del heroísmo, la acción y la palabra es una misma cosa.
El héroe no escoge los días fáciles, escogen la sangre y el sudor del combate. Su amadísimo, Enmanuel Peralta.