«La ciencia en general es el conocimiento
de las cosas por sus causas
(cognitio rei per causam),
y es de tres maneras para el hombre:
la ciencia divina, la ciencia humana,
y la mixta de divina y humana».[1]
En el año 2018 publiqué artículo titulado «Interesantes coincidencias: Génesis y las Eras Geológicas». Luego de leer dicho artículo nuevamente decidí reelaborarlo y presentar nuevamente sutilmente mis apreciaciones sobre evolucionismo y creacionismo. Aunque entiendo que ambas posturas son esencialmente complementarias, no pretendo dar una solución definitiva a las contradicciones de estas. Lo que pretendo es plantear la coincidencia que existen entre la primera parte del relato del Génesis y las eras geológicas[1] [2]. Es importante saber que la biblia no es un libro de ciencia por lo que no deben entenderse estas comparaciones como aportes científicos.
Es importante aclarar que el evolucionismo asume que todo lo que existe es el resultado de cambios constantes durante millones de años; mientras que el creacionismo es el sistema de pensamiento -generalmente religioso- que establece que todo ha sido creado por un ser supremo. Ambas posturas, pretenden dar respuesta fundamentalmente, a la pregunta existencial: ¿de dónde venimos? En la era precientífica[3] se cantaban y/o escribían poemas y mitos para explicar los orígenes del universo; mientras que la época científica se buscan razones empíricamente demostrables para concebir teorías que satisfagan las necesidades epistemológicas.
Actualmente, la teoría científica del origen del universo más aceptada es el Big Bang[1], la cual, fue propuesta por el sacerdote católico George Lamaître[2] con el nombre de Huevo Cósmico, la cual, no contradice la teoría creacionista, especialmente, porque de la nada no puede surgir nada. ¿Cómo podría surgir algo de la nada? Provocado por esa pregunta planteo lo siguiente lo siguiente:
El acercamiento al libro de Génesis permite observar aspectos muy simbólicos, como algunos de sus personajes que son ejemplos para explicar una perspectiva de la verdad: Dios ha creado al universo. La primera frase sugerente que nos encontramos es “el espíritu de Dios, aleteaba sobre las aguas”, lo cual, deja en evidencia que el Dios cristiano precede a la materia y está por encima de ella.
En lo adelante, cuando se mira a los personajes de Adán y Eva, nos encontramos que son ampliamente simbólicos porque «Adán» significa tierra[1] y se utiliza como sinónimo de hombre que es lo mismo que decir humanidad, mientras que «Eva» significa vida[2]. No hace falta explicar la relación de ambos personajes. En otro orden, siete días es el tiempo perfecto que no se refiere a que literalmente haya sido así. Cabe destacar que el 7 aparece con frecuencia en diferentes textos bíblicos por distintas razones que no viene al caso mencionar ahora. Este simbolismo creativo de Dios en siete días muestra que al ser humano ha sido creado en el tiempo perfecto: pueden ser perfectamente millones de años.[3] y no es tarea de la religión averiguarlo porque los fines de la religión no son científicos sino espirituales.
Es importantísimo mirar el libro del génesis a la luz de una época, de unas costumbres, de un texto que es una explicación mítica de la realidad. No es una verdad que ocurrió literalmente. Al final, lo único que explica el Génesis es que Dios crea su finalidad no es explicar el como porque para la época no era necesario. Si el libro de Génesis se escribiera hoy es muy probable que los elementos que aparecieran en el mismo fueran muy diferentes y, muy probablemente, los avances de la evolución estarían contenidos en dicho relato.
Por otro lado, cuando la ciencia se refiere a los orígenes de la tierra, igual que las religiones abrahámicas, entre ellas el cristianismo, afirma que el hombre fue el último en aparecer entre todas las especies. Partiendo de esta idea pondremos en relación las eras geológicas y el texto bíblico. Como es sabido las eras geológicas tienen diez divisiones[1] pero nos limitaremos a mirarlas en el aspecto más general posible por el espacio del artículo:
—La Era Arcaica o Azoica, según la ciencia, es un período donde no existía ningún tipo de vida animal ni vegetal. Fue en ella donde se formaron rocas cristaloides. Se calcula que la duración de esta era fue de 50 millones de años. Curiosamente, en el Génesis dice: «La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas»[11]. Igual que en esta era geológica el texto no describe ninguna condición de vida.
—En la Primaria o Paleozoica: durante este período aparecen las primeras manifestaciones de vida, de animales invertebrados, de insectos, arácnidos y también aparecen los peces. Su duración se precisa en 30 millones de años. Mientras que el Genesis dice: «Haya un firmamento por en medio de las aguas, que las aparte unas de otras. […] Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semillas y árboles frutales que den fruto, de su especie, con su semilla dentro, sobre la tierra.»[12]. Aquí existe también una estrecha relación, es decir, cuando se crean las aguas, se entiende hay vida, especialmente bacterias, protozoos, algas y hongos.
—En la Era Secundaria o Mesozoica las lluvias son abundantes, el clima es caluroso. Los peces y reptiles adquieren tamaños gigantescos. No se registran movimientos orogénicos. Aparecen vegetales de gran tamaño como eucaliptos, pinos, robles, palmeras, chopos, etc. Su duración se estima en 10 millones de años. Mientras que el Génesis dice «[…] creó Dios los grandes monstruos marinos y todo animal viviente […]».[13] Cuando Dios crea las bestias del campo y los animales de gran tamaño aquí se pude inferir que creó los dinosaurios y demás animales gigantes.
—En la Era Terciaria o Cenozoica aparece mamíferos gigantescos como rinocerontes, monos, bisontes, el mamut, etc; además, aparecen los reptiles de la Mesozoica, el clima se regula, surgen los Andes, los Alpes, el Himalaya, se sumergen la Atlántida bajo las aguas del actual Atlántico, etc. Se estima que duró tres millones de años. Esta era mantiene relación con la parte anteriormente citada del Génesis.
—En la Era Cuaternaria o Antropozoica aparece el ser humano, el clima obliga a que desaparezcan los animales monstruosos. Se calcula que la conformación de esta era duró un millón de años. Esta es la última Era Geológica, en la que evolucionamos y vivimos los homos sapiens. Curiosamente, igual que el texto bíblico, somos los «últimos» seres que aparecimos. Casi al final del relato del Génesis, el Dios cristiano dijo: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen […] y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres […]»[14]
Estas coincidencias resultan ser muy sugerentes, especialmente porque el texto bíblico se escribió mucho tiempo antes de que la ciencia descubriera estos importantes datos geológicos. De fondo queda la idea de la complementariedad que existe entre la fe y la razón, entre las religiones y los avances científicos, basta con colocar cada cosa en su propio escenario. Coincido con lo que afirma Bolzán: «[…] es necesario aceptar que ni el científico puede, desde su ámbito de competencia, decidir si existe o no creación, ni el filósofo puede discutir, desde el suyo, si existe o no una evolución biológica en la […]. Mas lo que sí se puede es alcanzar una adecuada armonía entre los saberes»[15]
En definitiva, lo que pretendo es invitar a que cada día profundicemos para alcanzar la armonía adecuada entre el saber que proviene de las religiones, en este caso de la cristiana, aunque las incluyo a todas, tomando significativamente en cuenta los avances científicos hemos alcanzado y poner los ojos en las recientes investigaciones que se están haciendo actualmente. Aunque algunos afirman que pueden vivir de espalda a la religión, yo creo que la necesidad religiosa debe ser satisfecha, cada uno sabrá como; al mismo tiempo, considero que es fundamental, satisfacer las necesidades cognoscitivas para atravesar el camino de la vida.
¡Un fuerte abrazo! ¡Que la filosofía te acompañe!
[1] Santo Tomás de Aquino. Filosofía medieval. Historia de la Filosofía de Zeferino González.
Recuperado de https://e-torredebabel.com/santo-tomas-de-aquino-filosofia-medieval-historia-de-la-filosofia-de-zeferino-gonzalez/
[2] Cfr. Eras geológicas. Concepto. Editorial Etecé. Recuperado de https://concepto.de/eras-geologicas/
[3] Cfr. Colón Castillo, J. (2014). Historia de las civilizaciones y geografía mundial. Editorial Edisa. Santo Domingo.
[4] Este término lo utilizo para diferenciar los importantes cambios que surgieron en las postrimerías de la Edad Media en el ámbito científico. Aunque la ciencia de la modernidad no es la misma a la anterior, no significa, que el pasado no haya un tipo de conocimiento científico.
* Foto 1: Lamaitre con fórmulas de fondo: El cura que encontró dónde empezó el universo. Recuperado de https://www.larazon.es/ciencia/20210806/e7dtr7qrk5bv3b2gem3gxrgypu.html
* Foto 2: Miguel Ángel: La creación de Adán, 1511, fresco, 280 × 570 cm, Capilla Sixtina, Ciudad del Vaticano.
[5] Esta teoría establece que el universo inició de una gran explosión que provocó el origen de todo lo que existe en el universo. No sabemos si hay más universos o si este es el único universo. Tampoco sabemos si esa explosión es la desaparición de un universo pasado que dio origen al nuestro.
[6] Cfr. Georges Lemaitre, el cura católico que primero habló de la teoría del Big Bang. BBC. https://www.bbc.com/mundo/noticias-36469530
[7] Etimología de Adam. Recuperado de http://etimologias.dechile.net/?Adam
[8] Etimonlogía de Eva. Recuperado de http://etimologias.dechile.net/?Eva
[9] Cfr. Gén.1; Gén. 2, 1-7
[10] Cfr. Eras geológicas. Op. Cit.
[11] Gen. 1, 2
[12] Gen. 1, 6-11
[13] Gen. 1, 21
[14] Gen. 1, 26
[15] Bolzán, J. E. (2013). Evolución y creación. Revista del Museo de La Plata, 20(178), 58-66. Pág. 59