Por: Enmanuel Peralta
Amados lectores, de mis recortes y apuntes de periódicos:
“Marilyn Monroe tenía un coeficiente intelectual de 165, cinco puntos por encima de Albert Einstein, pero nadie a priori podría suponerselo. ¿Por qué? Por un simple motivo, los estereotipos. Einstein era un genio en física, en algo que la mayor parte de los mortales se nos hace difícil entender. Marilyn, sin embargo, era actriz y modelo, con unas curvas que la hicieron famosa en el mundo entero y con un trabajo que no era tan complicado como el del físico.” [Esto lo escribió Pilar Jericó el 30 de enero del 2017, en el periódico “El País”. Para criticar una anécdota apócrifa que surgió a raíz del encuentro de Marilyn Monroe con Albert Einstein.]
La anécdota dice así: «Cuando Marilyn Monroe tuvo la oportunidad de conocer a Albert Einstein, le hizo la siguiente pregunta: “¿Qué dice, profesor, deberíamos casarnos y tener un hijo juntos? ¿Se imagina un bebe con mi belleza y su inteligencia?”. Einstein esbozó una sonrisa y le contestó, muy seriamente: “Desafortunadamente, me temo que el experimento salga a la inversa y terminemos con un hijo con mi belleza y con su inteligencia”».
El encuentro de ambas celebridades, ocurrió en 1949 cuando coincidieron en sus agendas sociales, pero la anécdota surgió de un “creativo pasquín” similares a muchas otras anécdotas del genio de la física en encuentros con celebridades de su época.
En verdad Marilyn Monroe nunca ejerció su IQ al máximo, siempre se dedicó a mendigar papeles en Hollywood y posar para fotógrafos que la codiciaban como mujer.
Nunca alcanzó su anhelado puesto en el cine de “la gran actriz” que se propuso, y sus años de mayor popularidad en el cine arrancarían con “Los hombres las prefieren rubias” (1953) o “Cómo casarse con un millonario” (1953) y nos dejaría otras películas como “Vidas rebeldes” o “La tentación vive arriba”. Pero este estrellato se desvanecía con el tiempo a causa de su hipersexualización. Cada vez que Marilyn se acercaba a Hollywood, los productores no veían a una actriz ni una modelo queriendo alcanzar sus sueños, sino a una mujer para “ponerla en cuatro” como solía, asquerosamente, decir un conocido maestro de historia del cine clásico. La misma Marilyn Monroe llegó a escribir en su diario sobre la tensa relación con la industria del cine: “en Hollywood te pagan mil dólares por un beso y cincuenta centavo por tu alma”.
Marilyn Monroe se casó tres veces, con James Dougherty, Joe DiMaggio y Arthur Miller y tuvo un buen abanico de novios y amantes más o menos conocidos como su relación con el entonces presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy. La boda de Marilyn con el dramaturgo Arthur Miller, fue una de las más criticadas. A Arthur se le consideraba un “intelectual de izquierda”. Su luna de miel fue opacada rápidamente, por la salida del hospital, tras una operación del presidente Dwight D. Eisenhower. Lo cual es muy significativo, porque la primera dama, Mammie Eisenhower, a pesar de no poseer la belleza de Marilyn Monroe, su estilo del cabello y del vestir “Pink style of the first lady” desplazaba a Marilyn de las revistas.
A pesar del profundo interés de Marilyn por la actuación y el inmenso deseo de llegar a ser “la gran actriz”, los productores de Hollywood estaban más interesados en exhibirla sexualmente y usarla como relleno publicitario que como actriz. La crítica de los 50 's 60′ s no la consideraba muy buena, al contrario, muy mala actriz, “no sabía caminar”, “ni besar”. Solo era considerada fotogénica y muy buena para estar en carteles promocionales de las películas, no obstante: “decepciona al público en la sala de cine”. Sin embargo, Marilyn, llegó a estudiar y entrenar con el gran maestro de actuación Lee Strasberg, su mentor, aunque ella misma se consideraba malísima actuando. En una carta manuscrita y sin fecha Monroe que le dirigió al famoso maestro, algo más que falta de talento, una depresión que la carcomía: "Mi voluntad es débil, pero no soporto nada. Sueno como una loca, creo que me estoy volviendo loca […]. Es solo que me pongo frente a una cámara y mi concentración y todo lo que estoy tratando de aprender me abandona. Entonces siento que no existo en absoluto en la raza humana". Esto lo escribió Monroe en papel con membrete del Hotel Bel-Air.
[Un dato curioso es, que este pequeña hojita con pensamientos suicida y escrito a mano con tan solo dos párrafos, en 30 de Mayo del 2013 fue puesta en pública subasta para coleccionistas de documentos históricos entre los 30, 000.00 y 50,000.00 dólares].
Al fin, como a todos los mortales, una tragedia le persigue. Él 6 de agosto de 1962 la portada del New York Mirror anunciaba dramáticamente: Marilyn Monroe killed herself…
“fue encontrada desnuda en la cama…manos en el teléfono…se tomó 40 píldoras…”
Agregando post mortem:
Lois Banner en su ensayo biográfico(2012). Marilyn: the passion and paradox,p. 427: «Se dice que las tasas de suicidio se duplico en un mes después de su muerte».
El Chicago Tribune recibía también cientos de llamadas solicitando información y detalles sobre su muerte, lo dijo en el estelar artículo del 6 de agosto de 1962 escrito por la actriz y periodista Hedda Hooper: «Pill Death Secret goes With Marilyn». Posiblemente este artículo sea uno de los que haya inspirado teorías de conspiración alrededor de la vida de Marilyn.
El New York Times en su especial publicación sobre la muerte de Marilyn: «Brilliant Stardom and personal tragedy punctuated the Life of Marilyn Monroe» cita las consternaciones de otros actores, actrices y directores de Hollywood que se pronunciaron, entre ellos el director Joshua Logan: “She was one of the most unappreciated people in the world”.
Amados lectores me despido de ustedes diciendo, que hay éxitos que parecen fracasos y hay fracasos que parecen éxito. El fin de la vida de una persona a veces muestra ciertas realidades que muchos obviamos. Hoy descansa en una lápida de mármol rosado en el cementerio Westwood Village Memorial Park. Siempre quiso ser una gran actriz pero terminó, lamentablemente, siendo un icono pop. Y las exhibiciones de artes de Andy Warhol le ayudaron a conservar su legado como tal: Una modelo pop. Y nada más.
Enmanuel Peralta, desde mi celda.